Por Hno. Cristian David Salamanca
El mundo está cambiando a un ritmo sin precedentes. Situaciones que se había pronosticado que se desarrollarían a lo largo de los próximos años, se han integrado en nuestras vidas en cuestión de semanas. Estamos incorporando nuevos hábitos, formas de convivir, relacionarnos e intentar estar unidos en medio de la distancia.
La pandemia de coronavirus es el mayor factor de cambio global que hemos visto en mucho tiempo, lo que ha impulsado la evolución de numerosas actitudes, comportamientos y maneras de asumir la propia vida.
La historia nos ha demostrado que las personas prosperamos en momentos de grandes crisis. Sabemos que, una vez se supere esta crisis, surgirá un mundo diferente, lo que implica que muchas de las experiencias que ahora nos planteamos crear tendrán que ser distintas. No estaremos confinados para siempre, pero el modo en que trabajamos, vivimos y disfrutamos nunca volverá a ser exactamente el mismo.
En estos momentos de incertidumbre, los colegios no fuimos los únicos que asumimos el desafío de adaptarnos a la realidad. Al contrario, cada una de las personas que hacemos parte de la comunidad educativa tuvimos que transformar y asumir a gran parte de nuestra vida, una manera que nunca habíamos pensado íbamos a resultar: Tener que encontrarnos a través de una pantalla, regalar un abrazo a través de gestos virtuales, reunirnos para celebrar y compartir las fechas especiales a través del computador, etc, etc, etc.
Por eso, manteniendo nuestro mayor deseo de estar unidos, el equipo pastoral del Colegio De La Salle de Cartagena, decidió continuar adelante y seguir haciendo del último día de la semana escolar, un día especial: “VIERNES DE PASTORAL”. Es así como estamos convencidos, que vivir estos momentos llenos de fraternidad, alegría y mucha fe, nos permite estar más unidos que nunca.
Este espacio de todos los viernes de 3:00 pm a 4:00 pm lleno de espontaneidad, nos permite congregarnos desde los más pequeños del colegio hasta los jóvenes y adultos más grandes, en un ambiente que hace que el viernes finalice con un momento especial de comunidad y compartir con aquellos que caminan junto a nosotros.